La persona promedio pasa casi 40,000 horas en un automóvil durante su vida. ¿Qué podemos hacer para que estas horas sean lo más seguras posible?

Las bolsas de aire son uno de los elementos básicos del sistema de seguridad de un automóvil. Inicialmente, solo estaban montados en el volante. Ahora también se utilizan en el salpicadero del lado del pasajero, en el panel de la puerta o en el borde del asiento, e incluso debajo del volante o la guantera.

Las bolsas de aire están diseñadas para inflarse automáticamente en caso de un frenado repentino o un impacto como resultado de una colisión o accidente.

Cuando la bolsa se llena de aire, protege a los ocupantes del automóvil al proporcionar mayor amortiguación alrededor de la cabeza, el cuello y la columna, y también reduce el riesgo de caerse por una ventana.

Una bolsa de aire puede desplegarse a velocidades de hasta 300 km/h, por lo que es muy importante que todos usen el cinturón de seguridad.

Con un uso normal del coche, no es necesario sustituir los airbags. Sin embargo, de acuerdo con la normativa vigente, se deben instalar airbags nuevos si se ha producido una colisión y se han activado los airbags del coche. Todo porque pueden ocurrir daños en la superficie de la bolsa y durante la próxima colisión, las bolsas de aire no protegerán lo suficiente al conductor y a los pasajeros.